Sobre cómo descubrí la pobreza

Tenía seis años, y hasta ese entonces nunca me lo había cuestionado.
Puede que el motivo haya sido porque los niños no se ocupan de esas cosas. Los niños -en su inocencia- no saben de límites, de clasificaciones sociales o demográficas... su mente limpia no conoce de distinción, todos somos personas.

Descubrí la pobreza, junto con la vergüenza... bueno, la vergüenza vino después, tras asimilar que la pobreza era mala, poco atractiva y algo que se debe ocultar.

Tenía seis años -como ya mencioné- y en una de mis tareas de Ciencias Sociales, me pidieron que expusiera una foto de mi familia. En la imagen aparecía mi piño completo, era un año bueno -o navidad, no recuerdo bien... pero era fiesta, porque tenía puesto mi vestido de vuelitos- Recuerdo que todos mis compañeros compararon sus fotos. Yo mostré con orgullo la mía, y un compañero al mirarla, me dijo "tú eres pobre".
-No, le dije yo. con la cara extraña.
Eres pobre, repitió, y los otros niños giraron a ver mi foto.

Al llegar a la casa de mi abuela materna -donde vivía toda mi prole junta: padres, hermana y tios solterones. Le comenté a  mi madre que mis compañeros me habían dicho pobre, tras ver mi foto familiar.

Mi mamá me miró y me dijo -en un intento vano de consuelo- Dile que es la casa del valle. En el valle las casas son así.

Al día siguiente, saqué mi foto y me dirigí a mi compañero.
No soy pobre, esa es la casa del valle.
Eres pobre, me dijo de nuevo. Eres pobre, mira las paredes.

No entendía muy bien porqué debía sentir vergüenza, pero la justificación sobre las paredes de la casa de mi abuela, aumentaba el sentir.



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